Muchas veces me he preguntado- y me pregunto- si seria mejor persona si escribiese como tal o cual sujeto.
Si escribiese como
algún filosofo famoso, o como alguna feminista de renombre ( no conozco ninguna salvo
Pía R, feminista actual y desconocida) o como
algún poeta de esos que hay tantos en nuestras tierras.
Si escribiese con el desgarro de enrique
lhin, con el sexo de
gonzalo rojas o la irreverencia de don
nicanor..o la
patudez de
jodorowsky o lo degenerado de
bucowsky (aun no leo nada) o con la
fomedad mas absoluta de
volodia...
Pero escribo en cambio como
maitena, como
azucena, como esas minas
chistositas de revistas simplonas hechas para mujeres sin tiempo, pero leídas por mujeres con exceso de éste mismo.
Será que mi inconsistencia me hace tener algo que decir?
Siempre que intento escribir algo mas o menos serio, termino
riéndome de mi misma. me desconozco, me doy
vergüenza de lo densa que puedo ser a veces. tan densa y tan sin nada que decir.
Y lo que pasa - y pesa- es que siempre hablo desde mis sentimientos y a veces estos mismos hablan por mi aunque no digan nada.
Me
gustaría escribir cosas a veces, que fueran serias pero que causaran risa...
o sea, cuando escribo pienso que lo hago en serio, pero en la mitad ya me estoy riendo. bueno, si la
situación lo
amerita, claro, pero en general, me sucede asi.
Me
gustaría ser menos mamona, menos
tiernuchita cuando quiero expresar
amooooooooooor! (
hippiemente hablando) menos cursi. sí. sobre todo menos cursi.
Sin embargo
descubrí que para putear soy una dama y nunca pierdo ese papel, sea la calamidad mas calamitosa que se diga en el papel.
y me
enorgullezco. Porque, en la vida hay que saber putear, garabatear, insultar, con clase.
si.
y es un arte.